¿Cómo dejar de procrastinar y cumplir con tus tareas?

Guía práctica para emprendedores y trabajadores haciendo home office (trabajo remoto).

  Si eres de los que siempre empieza el día con una lista de tareas y termina haciendo muy pocas, probablemente te sientas frustrado por no cumplir con lo que planificas. Entre la procrastinación, las interrupciones constantes en casa y la falta de orden, es fácil quedarse atrapado trabajando hasta tarde o incluso en tus días libres.

  No estás solo. El problema no es la falta de esfuerzo, sino la falta de hábitos productivos. Aquí te explicaremos cómo puedes empezar a desarrollar estos hábitos para cumplir con lo que planificas y tener más tiempo para ti.

Qué es la procrastinación y el mito de la facilidad para desarrollar hábitos

   ¿Qué es la procrastinación? Además de ser una palabra difícil de pronunciar para algunos, la definición más clara que he encontrado es “dejar para después lo que debes hacer ahora”, pero la más académica es el hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras más irrelevantes o agradables por miedo a afrontarlas o pereza a realizarlas (Steel, 2007).

  ¿Por qué ocurre la procrastinación? Principalmente por autorregulación de emociones y falta de competencias de organización del tiempo. En este artículo nos enfocamos más en la segunda.

  ¿Cómo dejar de procrastinar? Desarrollando la disciplina es la respuesta tradicional, pero hay que ir un poco más allá, puesto que hay diversas definiciones de disciplina, pero una de ellas es que es la capacidad de hacer lo que hay que hacer independientemente de las circunstancias del momento. En el fondo, la disciplina y la procrastinación son las dos caras de una misma moneda.

  ¿Y cómo podemos desarrollar la disciplina? He aquí la respuesta que estás buscando para dejar de procrastinar, se logra desarrollando tus hábitos productivos, aquellos hábitos que te permitan cumplir con lo planificado.

El resultado de tener buenos hábitos es la disciplina, el resultado de no tenerlos es la procrastinación ...
son las dos caras de la misma moneda.

Entendiendo los hábitos: Un vistazo rápido a lo esencial

  Los hábitos son tendencias de comportamiento vinculadas a contextos específicos, como la hora del día, el lugar, la presencia de personas en particular, acciones anteriores o incluso el estado de ánimo (Ji & Wood, 2007; Wood & Runger, 2016). Además, se caracterizan por la automaticidad, la falta de conciencia y la eficiencia mental (Verplanken, 2006).

  Sin embargo, cuando hablamos de hábitos en el trabajo las cosas no son tan sencillas, puesto que estos hábitos no son automáticos, sino que conscientes. Además, requieren de planificación y ajustes constantes semana a semana hasta que fluyen. A estos hábitos les llamaremos Hábitos Productivos.

  ¿Qué es un hábito productivo? Es un conjunto de acciones realizadas en un entorno estable para lograr ciertos resultados esperados.

 

¿Cómo se desarrollan los hábitos productivos?

Para crear un hábito, necesitas todos estos elementos clave:

  1. Una señal: Algo que dispare la acción. Puede ser un horario establecido, una alarma, o incluso un lugar específico en tu casa donde trabajes sin interrupciones.
  2. Un hábito productivo definido: El comportamiento en sí mismo. En este caso, puede ser sentarte a trabajar a la misma hora todos los días o dedicar los primeros 30 minutos de tu jornada a las tareas más importantes.
  3. Una recompensa: Un pequeño premio que refuerce el hábito. Si logras trabajar sin distracciones durante un bloque de tiempo, date una pausa para un café o algo que disfrutes.
  4. Motivación: Esa energía que te permitirá comenzar con tu hábito y sostenerlo hasta que termines. Hay varias técnicas para hacerlo, tales como, hacer trabajo en equipo, ponerte metas y darte porras antes de iniciar.
  5. Propósito: Si tu hábito productivo no tiene un para qué clarísimo, entonces estarás haciendo el hábito porque sí y dejarás de sostenerlo dentro de pocos días. Piensa en qué quieres lograr después de unos meses o en esa persona que quieres llegar a ser.
  6. Monitoreo: Registrar la realización de tu hábito y las dificultades que tuviste te ayudará a encontrar patrones a futuro. Luego de 2 semanas registrando la información podrás darte cuenta de que hay días en que es más fácil y otros es más difícil, esos patrones te están diciendo que se volverán a repetir.
  7. Reflexión: Todo hábito productivo es difícil de desarrollar y por mucho que uno los planifique, lo más probable es que no se cumplan. Lo que debes hacer es ver qué resultó, qué no resultó y ajustar la definición de tu hábito productivo para que sea más fácil de implementar.

   Todos estos elementos son cruciales para cualquier hábito productivo, pero ¿por qué tantos fallan al tratar de formarlos? Simple: falta de un método, por lo que no logran perseverar.

¿Cómo dejar de procrastinar? Aprendiendo a desarrollar tus propios hábitos productivos.

  Considerando los elementos para desarrollar tus hábitos productivos y vencer la procrastinación, te recomiendo estas tres técnicas:

  1. Divide tus tareas: La razón más común por la que procrastinamos es porque vemos las tareas como demasiado grandes o complicadas. Si tienes que trabajar en un proyecto, divídelo en pequeños pasos. Completar una pequeña parte es mucho más manejable que enfrentar el proyecto completo de una vez.
  2. Crea un espacio libre de distracciones: Si trabajas desde casa, probablemente te enfrentas a constantes interrupciones. Dedica un lugar específico para trabajar, cierra las puertas y elimina cualquier distracción, como el celular o las redes sociales, al menos durante tus bloques de trabajo.
  3. Utiliza recompensas: Las recompensas son cruciales para reforzar el comportamiento. No tiene que ser algo grande; puede ser algo tan simple como un descanso corto después de completar una tarea. Lo importante es que tu cerebro relacione tu hábito productivo con algo positivo.

  ¿Qué diferencia a los hábitos productivos de los automáticos?

  Los hábitos automáticos, como lavarse los dientes, ocurren casi sin pensarlo. Sin embargo, los hábitos productivos requieren planificación, evaluación y ajustes constantes. Esto significa que, si empiezas con un hábito como “trabajar sin interrupciones”, deberás ajustar cosas como el entorno, los tiempos de trabajo y las recompensas hasta que el hábito realmente funcione.

  Es normal fallar al principio, y por eso es fundamental iterar y mejorar constantemente.

El método HASYMORE: Ajusta tus hábitos para que funcionen

  Aquí es donde entra el método HASYMORE, diseñado específicamente para ajustar y perfeccionar tus hábitos más complejos. No basta con simplemente decidir qué hábito quieres formar; necesitas ajustar no solo tu entorno, sino que todo un sistema hasta que funcione.

Por ejemplo, si planificas trabajar sin distracciones, pero constantemente te interrumpen tus hijos, quizás debas ajustar tus horarios o negociar con tu pareja para que te ayude durante tus horas más productivas.

El éxito en la creación de hábitos productivos está en la capacidad de ir ajustándolos, algo así como comenzar con una versión 1.0, luego de una semana tener una versión 2.0, y así sucesivamente hasta que finalmente fluyan.

Conclusión: Optimiza tu productividad con hábitos efectivos y dejarás de procrastinar.

  Los emprendedores y trabajadores remotos a menudo luchan para cumplir con lo que planifican debido a las distracciones y la procrastinación. La solución no es trabajar más horas, sino trabajar de manera más inteligente creando hábitos productivos que te ayuden a enfocarte y ser más eficiente.

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REFERENCIAS

  1. Clear, J. (2018). Atomic Habits: An Easy & Proven Way to Build Good Habits & Break Bad Ones. Avery, an imprint of Penguin Random House.
  2. Duhigg, C. (2012). The Power of Habit: Why We Do What We Do in Life and Business. Random House Trade Paperbacks.
  3. Fiorella, L. (2020). The Science of Habit and Its Implications for Student Learning and Well-being. Educational Psychology Review, 32(3), 603–625.
  4. Fogg, B. (2020). Tiny Habits: The Small Changes That Change Everything. Houghton Mifflin Harcourt.
  5. Ji, M. F., & Wood, W. (2007). Habitual behaviors are the result of the frequency and stability of context cues, which helps explain why people are often unaware of their habits. Journal of Consumer Psychology, 17(4), 261-276.
  6. Lally, P., van Jaarsveld, C. H. M., Potts, H. W. W., & Wardle, J. (2010). How Are Habits Formed: Modelling Habit Formation in the Real World. European Journal of Social Psychology, 40(6), 998-1009.
  7. Martínez, E. (2023). Método HASYMORE para Desarrollar Hábitos a Nivel Personal y Organizacional. Hábitos al Día.
  8. Steel, P. (2007). The nature of procrastination: A meta-analytic and theoretical review of quintessential self-regulatory failure. Psychological Bulletin, 133(1), 65-94.
  9. Tracy, B., & Leinberger, A. (2017). Eat That Frog! for Students: 22 Ways to Stop Procrastinating and Excel in School. Berrett-Koehler Publishers.
  10. Verplanken, B. (2006). Beyond frequency: Habit as mental construct. British Journal of Social Psychology, 45(3), 639-656.
  11. Wood, W., & Runger, D. (2016). Psychology of habit. Annual Review of Psychology, 67, 289-314.